El nino de las estrellas libro

Vidas pasadas, destino presente. EUR 7, Ha surgido un problema al filtrar las opiniones justo en este momento. Vuelva a intentarlo en otro momento. Tapa blanda Compra verificada. La versión original y la redacción original de Ami ya no existen. Era el libro que siempre leí y compartí, la versión primera de los años Este libro,les abre la puerta. La realidad es que si queremos que el mundo cambie,primero tenemos que cambiar nosotros.

No podemos esperar que otro venga a dar el primer paso en nuestro lugar.


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Si te gusto el Principito este libro no te dejara indiferente incluso para mi gusto supera al Principito, es una lectura preciosa. Una historia asequible que te revela el verdadero secreto de nuestra vida: Al fin y al cabo es a lo que estamos destinados. Civilizaciones internas.

Ami, el niño de las estrellas. Completo

Debido a esto, la trilogía especialmente el primer libro es frecuentemente incluida en los diseños curriculares de algunos países latinoamericanos, tanto en el nivel primario como en el secundario. Vive con su abuela, con quien alquila una casa en la playa casi todos los veranos. En los libros se lo describe como bajo, con cara de niño, ojos grandes y con un acento extraño. En su pecho lleva un emblema de color oro compuesto de un corazón alado dentro de un círculo. El primer libro de la trilogía narra la historia de Pedro, un niño de nueve años quien, una noche en la playa, ve una luz roja que desciende por el cielo y se sumerge en el mar.

De allí sale un niño que se sienta a su lado y comienza a hablarle. Pronto se revela que en realidad no se trata de un niño, sino de un extraterrestre llamado Ami, cuya misión es llevar a Pedro por diversos mundos de la Confraternidad Interplanetaria y transmitirle los conocimientos, enseñanzas y valores necesarios para que el planeta Tierra pueda ingresar en ella.

AMI EL NIÑO DE LAS ESTRELLAS

Al terminar la noche, el viaje de Pedro llega a su fin, y éste vuelve a su casa con la misión de escribir un libro que narre las aventuras que vivió con Ami y los conocimientos que obtuvo gracias a él, para así ayudar a la humanidad en su proceso evolutivo. En el segundo libro de la saga, Pedro, quien no pudo ir a vacacionar a la playa el verano siguiente al de los sucesos del primer libro, decide ir de campamento a la playa con su primo Víctor. Allí se reencuentra con Ami en el mismo conjunto de rocas que el año anterior, y comienza así su segundo viaje.

Ami captó mi pensamiento y me explicó: La verdadera inteligencia va de la mano de la bondad, o no es inteligencia. Ami parecía querer pintarme un nuevo Universo, uno color de rosa, y no le creí demasiado; pensé que podrían existir algunos planetas habitados por locos que no son tan locos, es decir, por gente inteligente, fría, científica y eficiente, y al mis- mo tiempo malvada, cruel.

Él, por supuesto, pudo ver lo que yo estaba pensando y, como siempre, le hizo mucha gracia.

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Eres todo un caso, Pedrito. Yo pensé un poco antes de responder, pero no encontré ninguna señal de maldad alienígena en nuestra historia. Él procuró tranquilizarme: Pero, en definitiva, todas las civilizaciones planetarias insensibles ante la solidaridad universal se autodes- truyen si alcanzan un alto nivel tecnológico y no logran superar su dureza de entendimiento, su falta de lógica superior. En otras palabras, cuando el nivel científico de un mundo supera dema- siado su nivel de solidaridad, ese mundo se autodestruye.

Po- demos decir que solidaridad es amor, afecto o cariño. Cuando vi tan claro aquello no me sentí tan mal como antes por mi temor a que Bueno, esto es secreto, shhh Pero aho- ra comprendía que necesitar mayor afecto no es señal de debili- dad, sino de mayor lejanía de la bacteria y del gusano. Y las civilizaciones también necesitan de esa energía llamada solidaridad, amor, afecto o cariño. Si el nivel de solidaridad de un mundo es bajo, hay infelicidad colectiva, odio, violencia, división y guerras; y si hay al mismo tiempo un alto nivel de capacidad destructiva Sigamos con tus dudas.

Yo todavía no podía creer que no existieran locos o mons- truos invasores en el espacio, siendo infinito de grande. Él dijo: Para alcanzar el nivel tecnológico que permi- te llegar a otros mundos en minutos se necesita de muchísimo mayor desarrollo científico que el que hay en este planeta. No exis- te un sistema de organización sin solidaridad que permita sobre- vivir mucho tiempo a ninguna civilización, así que Ninguna otra alternativa existe en todo el Universo.

Se alcanza de manera natural cuando una civilización se acerca a la solidaridad, cuando ya no ignora las necesidades materiales, culturales, espirituales y afectivas de todas las perso- nas y de todo su entorno, flora y fauna, tierra, agua y aire, y esto sólo sucede cuando una civilización evoluciona. Aquí mismo en la Tierra hace un millón de años esto era un infierno, bueno, no para las criaturas que vivían felices ahí, sino que lo sería para nosotros.

Hay planetas habitados por terribles monstruos. Eso era tranquilizador. Reímos como buenos amigos. Ah, si vieras lo que es un atardecer con esos soles gigantes Mi pregunta le pareció cómica. AmiCapítulo 3 No te pre-ocupes ami estrellas. Las cosas no son lo que parecen Ni yo mismo lo sé. Fíjate cómo se deslizan esas pequeñas aves por la arena, parecen flotar Movían sus patitas de forma tan veloz que no se les veían, y por eso parecían deslizarse o flotar sobre la arena. Yo recordé que era tarde.

Qué tontería. Cuando aparezca un problema real, entonces 40 Ami, el niño de las estrellas ami estrellas. Sería tonto no disfrutar de este momento, de esta noche tan bonita. Observa esas aves que corren sin preocuparse. Tomó su aparato televisor y comenzó a manipularlo. En la pantalla apareció el camino que lleva hacia mi casa. Todo se veía en colores e iluminado como si fuese de día. Penetramos a través de la pared de la casa y apareció mi abuela durmiendo profundamente en su cama; hasta se oía su respira- ción.

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Vamos al comedor. La imagen atravesó la pared del dormitorio y apareció el comedor. Allí estaba la mesa con su mantel de cuadros grandes, y en el lugar que yo ocupo estaba servida mi cena. Mi abuela la había dejado en un plato cubierto por otro, invertido. Veamos qué te tie- nen para cenar. Apareció un trozo de carne con papas fritas. Este cacharro lanza haces, seleccio- na y ordena, filtra, codifica, descodifica, amplifica y proyecta.

Al parecer se estaba burlando de mí. Yo mismo me construí este cachivache. Es un recuerdo, un trabajo de la escuela primaria. Todo es cuestión de grados. Una radio a pilas o una linterna es un milagro para un aborigen de las selvas. Se puso serio por vez primera. Me dirigió una mirada que denotaba cierta tristeza y dijo: El futuro no lo conoce nadie, afortunadamente.

Me parecía ameno su modo de enseñar, con ejemplos claros. Uno puede solamente calcular posibilidades. Muchas civilizaciones como ésta se han perdido por ese mismo motivo. Me asusté. Me quedé largo rato meditando. Ami sonrió.

1-Ami, el niño de las estrellas (español)

Pienso que si deciden bajar en un parque de cualquier ciudad y emiten una declaración amistosa Yo estaba realmente intranquilo. Seguí buscando una solu- ción para evitar la guerra y salvar a la humanidad Se lo dije. Cuando terminó de reír aseguró que yo no podía dejar de ser terrícola para pensar, y que todavía tenía ganas de sepultar vivos a todos los malvados del mundo, igual que en mis fantasías infantiles. Todavía no terminaba de hacer esa pregunta cuando me sentí tonto por haberla hecho. Me miró con cariño y, poniéndo- me la mano sobre el hombro, dijo: Quien ama no puede hacer daño a aquello que ama, así que olvídate de guerras o invasiones de parte nuestra.

Nosotros no estamos aquí para destruir ni para hacer sufrir a nadie, sino para construir y ayudar. Me sorprendió mucho su respuesta; esa gente era increíble de buena. Él se puso a reír al percibir lo que yo pensaba. Luego de pensar un poco dije que no. Supe que hablaba de Dios, y yo era creyente Dios existe. Me puse a pensar en Dios un poco arrepentido por haber puesto en duda su existencia. Mi amigo espacial se regocijaba con mi confusión. Él se enteró de lo que yo pensaba; después de reír tomó una ramita y dibujó una figura humana sobre la arena.

Aquí mismo las hay entre los distintos tipos humanos de este planeta. Comenzamos a caminar por el sendero hacia el pueblo.

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Me puso el brazo sobre el hombro, y sentí en él al hermano que nunca tuve. Unas aves nocturnas pasaron graznando a lo lejos.


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  • Ami pareció deleitarse con esos sonidos, aspiró el aire marino y dijo: Es un Espíritu, un Ser infinito que lo penetra todo, que es pura inteligencia creadora, puro amor. Su rostro brillaba en la noche al hablar del Creador, lo cual lograba emocionarme, a pesar de que no soy del tipo religioso. Yo pensé en los habitantes de los mundos atrasados que él había mencionado antes, y también en la gente mala de este mismo planeta, en esos que habría que echar a un pozo bien hondo, y no me pareció que el Universo fuese algo tan maravi- lloso después de todo.

    Creo que sí. En cambio, quienes nacieron sin problemas no pueden valorar adecuadamente lo que tienen. Pasamos por mi casa.